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Grandes retos de la Inteligencia Artificial 2021

Se perfilan retos y desafíos muy interesantes para la Inteligencia Artificial en este año entrante.

Evidentemente, el campo de la salud, con la amenaza constante del COVID-19 está en el punto de mira de muchos de los proyectos que se desarrollan en este área. Muchos de ellos incluyen la inteligencia Artificial como herramienta fundamental.

Es más, la Inteligencia Artificial y la Robótica tienen un impacto notable en el campo de la medicina. Desde exoesqueletos destinados a rehabilitación de pacientes; prótesis que imitan el movimiento humano; dispositivos que funcionan como un páncreas artificial y adaptados para liberar la cantidad adecuada de insulina que necesita un paciente diabético sin necesidad de que se lo administre con una jeringuilla hasta aplicaciones con un sistema de aprendizaje continuo y que ejerce como un consultorio médico.

La IA también se enfrenta a un reto medioambiental, ya que cada vez que se ejecuta un algoritmo, se realiza un gran consumo energético. Con el objetivo de reducir el impacto de la huella de carbono que produce han surgido lo que se conoce como algoritmos verdes, diseñados para utilizar la IA de forma más inclusiva y respetuosa con el planeta.

La Green IA plantea que para conseguir un menor consumo energético hay que alcanzar un equilibrio entre el volumen de datos necesario para entrenar el modelo, la cantidad de tiempo para entrenarlo y el número de iteraciones para optimizar sus parámetros. También es importante conocer si se ha utilizado una fuente de energía renovable en la creación y aplicación de estos modelos..

En este sentido, el Gobierno ha lanzado el nuevo Programa Nacional de Algoritmos Verdes para premiar a aquellas aplicaciones de IA que sean sostenibles. Aunque aún está en fase de elaboración, pone de relieve la importancia de la sostenibilidad ambiental al utilizar las tecnologías de IA y fomenta las investigaciones basadas en nuevas estrategias de elaboración y ejecución de modelos y algoritmos que disminuyan el coste energético.

Por otro lado, la IA también se tiene que enfrentar a otros retos de carácter legal o ético. Por un lado, el código legal actual está desfasado en lo que respecta a las nuevas investigaciones basadas en IA y robótica, que avanzan a un ritmo mucho más veloz que la legislación y habría que renovarlo con urgencia. Otro tema que está sobre el tapete se relaciona con la necesidad de una mayor transparencia y autorregulación de las empresas con respecto a este tema legal.

Con respecto a la ética, el asunto está más claro, ya que la Comisión Europea lanzó una guía con unas líneas maestras para desarrollar esta tecnología en la Unión Europea (UE). La Comisión Europea apunta que la IA debe ser segura, transparente, respetar la privacidad personal y dar un beneficio para toda la comunidad.

El turismo está viviendo una crisis como nunca se había conocido y necesita renovarse con urgencia. El mayor reto al que se enfrenta ahora es definir cómo se reinventará para adaptarse y evolucionar. Para ello es importante implantar sistemas de inteligencia turística y big data que ayuden a las organizaciones a entender mejor la situación y proporcionen herramientas que generen indicadores para facilitar la toma de decisiones. La inteligencia turística se basa en la comprensión del viajero y sus necesidades situando al consumidor en el centro de las operaciones para lograr que su experiencia de usuario sea satisfactoria.

Además, las nuevas tecnologías incrementarán el uso de la inteligencia artificial, sensores, el internet de las cosas, la tecnología sin contacto o la biométrica. Estas tecnologías inteligentes suponen una mejora en la experiencia de los turistas con un incremento del valor recibido.

El sector hotelero es otro de los que se ha subido al carro de la innovación y cada vez hace un mayor uso de la tecnología para atraer a más turistas. Los hoteles inteligentes regulan automáticamente el olor que deseamos respirar o cuentan con paredes que se convierten en prados, montañas o agua, y que nos transportan a otro lugar sin movernos del hotel.

Otro de los retos que tiene la Inteligencia Artificial es adaptar el mercado laboral a sus características, ya que la tecnología permitirá elevar aún más la productividad de la economía y reforzará otros muchos puestos de trabajo existentes, al tiempo que permitirá la aparición de nuevos empleos que en la actualidad no existen. En el caso concreto de España, el Observatorio para el Análisis y Desarrollo Económico de Internet(Adei) calcula que surgirán 3,2 millones de empleos ligados a la digitalización entre 2016 y 2030, y otros 600.000 con un alto componente humano.

Por otro lado, uno de los grandes problemas a los que los especialistas deben hacer frente es la seguridad en la red y, en este sentido, la Inteligencia Artificial avanza con el objetivo de mejorar la vida de las personas a la par que aparecen usuarios que utilizan sus conocimientos para manipular cualquier aparato con IA. Posiblemente, esta es la gran desventaja que se nos presenta en el fenómeno.

La Inteligencia Artificial abre nuevos horizontes y, en consecuencia, nuevas necesidades, retos y desafíos que están siempre en continuo avance.

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